martes, 19 de septiembre de 2006

NOTAS SOBRE LOS MISTERIOS DE ELEUSIS

Hay muchos lectores que me preguntan cómo pueden saber más acerca de los Misterios de Eleusis, uno de los temas principales de Arcadia. El texto que incluyo es un resumen de un programa de radio al que fui invitada en el año 2004.
Existen varios libros muy interesantes y reveladores para aquellos interesados en profundizar en esta realidad histórica hasta hace muy poco desconocida.

-La búsqueda de Perséfone. Los enteógenos y los orígenes de la religión. R. Gordon Wasson, Carl A. P. Ruck y otros...Fondo de Cultura económica.
-Entheogens and the future of religion. Recopilación de varios ensayos de investigadores y estudiosos entre los que figuran Terence McKenna, Albert Hofmann...Council of spiritual practices. San Francisco.
-El camino a Eleusis. Una solución al enigma de los Misterios. R. Gordon Wasson, Albert Hofmann, Carl A. P. Ruck. Fondo de Cultura Económica.


¿Que son los Misterios De Eleusis?

-Los Misterios de Eleusis fueron el consuelo espiritual de los antiguos griegos durante dos mil años.
-Expresan la religión en su esencia más pura, es decir, sin ningún contenido intelectual.
-Aristóteles decía que los Misterios no estaban allí para enseñar nada, sino para hacernos sentir y experimentar ciertas sensaciones y emociones.
-Era una celebración paralela a la religión Olímpica que como todo en Grecia tenía un componente social.
-Eran un consuelo espiritual individual, una pura experiencia de lo inefable.
-Hasta hace poco no se sabía mucho de los Misterios porque las leyes de Atenas prohibían hablar de lo que ocurría en telesterion bajo pena de muerte, y por eso han sido el secreto mejor guardado de la antigua Grecia durante cuatro mil años.
-Pero sabemos que era un ritual de iniciación que se celebraba desde el 1500 AC hasta el S IV de nuestra era, cuando fueron clausurados por el cristianismo. Es decir casi 2000 años.
-De ellos se decía era la experiencia culminante de toda una vida.
-En los Misterios podían iniciarse todos aquellos que hablaran griego, mujeres y esclavos incluidos y que no tuvieran las manos manchadas de sangre por un crimen no expiado.
-En los Misterios se iniciaban una vez al año unas tres mil personas.
-Se sabe que los iniciados no formaban capilla, ni una sociedad secreta. Es decir eran ciudadanos griegos, venidos de todos los puntos de la Hélade que coincidían durante esos meses en Atenas, participaban de la experiencia y luego se separaban.
-El acontecimiento central de los Mitos Eleusinos era la noche en que se consumía la pócima sagrada o Kykeon.
-Los ingredientes de esa poción es lo que ha constituido un secreto durante estos 4 mil años.


Antes de desvelar los ingredientes de la pócima y los últimos descubrimientos sobre los Misterios nos gustaría saber cuál era el significado de los Misterios para los griegos que participaban.

-Estamos en el siglo XXI y desde la comodidad de la vida civilizada cuesta entender que en el tiempo del que estamos hablando la gente era casi nueva en el mundo. Estamos hablando de hace miles de años. Todo para ellos era un reto. Tenían que descubrir qué era el mundo y quienes era ellos. Tenían que ordenar lo que tenían delante y además sobrevivir y defenderse y alimentarse y amar y morir. Y como seres humanos querían que todo eso tuviera un sentido.
-Yo creo que para comprender sentido de los Misterios hay que señalar dos aspectos importantes de la visión que tenían los griegos de la antigüedad acerca del mundo.
-1º que creían que la evolución no era un proceso estable.
-2º que tiene que ver con este punto primero relacionado con la agricultura.
-Pensaban que los cereales y en general todo el mundo vegetal era la forma evolucionada de especies primitivas e incomestibles.
-Gracias a la agricultura, que supuso el dominio de ese proceso de transformación de una semilla en árbol y en fruto, pudieron pasar de nómadas a sedentarios.
-Pero creían que si se abandonaban los cuidados, esas plantas volvían a ser incomestibles y por tanto toda la seguridad que habían adquirido con ese descubrimiento podía quedar destruida, es decir su civilización y cultura. Era miedo a la involución, a volver a ser como bestias.
-Los Misterios recrean el mito del cultivo de las gramíneas, de gran importancia para ellos.
-Y son también una forma de explicar el misterio de que de una semilla que se entierra en la tierra, como se hace con los cadáveres y que ellos veían que se descomponía, surgiera de pronto la vida, una espiga de cereal que era la base de la vida en la tierra, de su vida.
-Por tanto ellos creían que la vida y la muerte estaban muy unidas y que era gracias a ese proceso de descomposición que la vida era posible.
-Ellos explicaban todo eso con los mitos y le daban a todos esos procesos nombres de dioses.
-El ritual es un recordatorio que se celebraba para que el grano y la vid, lo cultivable, no regresara a su forma salvaje y con ello muriera la civilización. Es decir se validaba y renovaba la continuidad de todo lo preciado para un griego, estableciendo un acuerdo con el señor de la muerte.
-Lo que representan es el ciclo vegetativo de muerte, fermentación y nacimiento.
-Todo este mito sagrado que narra estos acontecimientos que tienen que ver con la fundación de los misterios aparecen recogidos en el himno homérico a Demeter. Un poema de origen y autor desconocido del siglo VII antes de Cristo. Es decir de siete siglos después de la primera ceremonia.

¿Cómo era el ritual que los griegos tenían que pasar durante esos seis meses?

-Se sabe que durante esos meses, los que se iban a iniciar tenían que pasar por varios rituales de purificación y aprender todo lo necesario para cuando llegara lo que llamaban la sexta santa noche.
-Durante ese tiempo se iban anticipando poco a poco con mayor detalle el significado y la esencia de la visión que iban a experimentar.
-Los Misterios tienen varios sentidos. Dos de los más importantes son los que representan el ciclo vegetativo y el renacimiento espiritual.
-Se empezaba con lo que llamaban Misterios menores que se celebraban en el mes de las flores o Anestherion que es nuestro febrero. Estos misterios eran una mimesis de lo que le había ocurrido a Perséfone diosa del inframundo cuando estaba recogiendo flores en Nisa.
-Se dice que Persefone fue raptada por Hades dios de los muertos mientras cogía un Narkisso de cien cabezas. Los griegos empleaban la palabra narkisso cuando una planta tiene propiedades narcóticas.
-Ese rapto representa varias ideas: una es el proceso que experimenta una semilla al caer en la tierra y descomponerse para volver de nuevo a la vida, que se representaba simbólicamente como las primeras nupcias entre los dos reinos de la vida y la muerte.
-Pero también representa el rapto extático que proporcionaban ciertas sustancias para ellos sagradas que estaban relacionadas con Dionisos dios de la embriaguez y éxtasis menádico, que a su vez era señor del Hades por su relación con todo lo que se pudría, fermentaba y se trasformaba en otra cosa.
-Los últimos días de los Misterios menores estaban dedicados a ritos y festividades. Sacrificaban un cerdo, se bañaban en el mar, se abstenían de consumir ciertos alimentos y bebidas tabúes y entonces se dirigían a Eleusis que era la ciudad de los muertos.
-La segunda parte eran Los Misterios Mayores que tenían lugar durante la sementera los últimos días de septiembre y principios de octubre o boedromion.
-Los Misterios Menores eran complemento de los menores, se concentraban en la redención más que en la muerte, en el retorno de Persefone del Hades con el hijo concebido durante su estancia en el reino de los muertos o el reino espiritual.
-La simbología es la del nacimiento de la diosa con la nueva semilla, el nuevo hijo, pero también la idea de un renacimiento espiritual que tenía lugar en la última fase del ritual, del que ahora hablaremos.
-Al llegar el momento de los MM después de esos meses de purificaciones, se ponían en marcha por la vía Sacra desde Atenas hasta Eleusis que está a 20 km. Cruzaban un río que representaba la última frontera entre el mundo de los vivos y los muertos por un puente muy estrecho que había sido construido así intencionadamente y en el sexto día llegaban a las puertas del templo.
-Cada paso de esta vía evocaba un aspecto del antiguo mito que está narrado en ese Himno Homerico a Demeter, que contaba como la Madre Tierra, la diosa Demeter, había perdido como decía antes a su única hija Perséfone, raptada por Hades cuando recogía flores. Y cómo Demeter estableció los Misterios en duelo por su hija desaparecida. Su viaje allí es imitado en el ritual, representa el paso de la vida a la muerte.
-Se sabe que los peregrinos invocaban a Iaccos la forma redentora de Dionisos mientras caminaban. Se creía que era él quien les conducía y que gracias a su ayuda, a ese poder de transformación que representaba, podrían devolver a Perséfone es decir la diosa de la vegetación al mundo de los vivos.
-Cuando llegaban a Eleusis danzaban toda la noche junto al pozo donde la madre había llorado a su desaparecida hija.
-Mientras bailaban en honor de las diosas y Dionisos se dirigían hacia las puertas de la muralla donde estaba el templo, protegido de todas las miradas.
-A partir de ahí estaba prohibido bajo pena de muerte revelar lo que ocurría. Pero escritores antiguos señalan que se veía “algo”. Y que la experiencia convertía al peregrino en un “epotes” alguien que ha visto.
-Lo que se veía no era una representación teatral, algo exterior, sino lo que los griegos llamaban Phasmata: apariciones fantasmales y también se experimentaban síntomas físicos: miedo, vértigo, un sudor frío, nauseas.
-Después de eso sobrevenía la visión, una imagen que surgía en medio de una aureola de luz brillante. Se dice que nunca los ojos habían observado, ni sentido nada parecido.
-Aparte de que estaba prohibido decían que aunque hubieran querido contarlo la experiencia era incomunicable.
-Lo que allí se experimentaba son los síntomas claros de una experiencia mística, de una visión de lo inefable. Entraban en contacto con las fuerzas de la vida y la muerte experimentaban el abismo de la existencia que decía Nietzsche y alcanzaban los límites de la percepción y comprensión humanas. Entraban en contacto con la parte divina de ellos mismos y del universo.
-No es de extrañar que los consideraran la experiencia culminante de toda una vida.


¿Cuáles son esos descubrimientos que han arrojado luz sobre el verdadero sentido de los Misterios?

-Los descubrimientos son sobre lo que ocurría una vez rebasadas las puertas del templo.
-Hasta hace poco no se entendía por qué los iniciados desde Aristóteles, Platón, Pindaro, Ciceron, Aristides, hablaban de los Misterios con palabras tan intensas, tan extremas. Por qué decían que nunca se habían visto tantas maravillas y experimentado tanto horror. Todos lo describen como algo nuevo, nunca visto o sentido.
-Como era secreto, lo único que sabíamos era que el hierofante enseñaba una espiga de cereal y que eso causaba una honda impresión a los griegos, como si fueran tontos y no hubieran visto nunca una espiga de cereal.
-Durante siglos los estudiosos no entendían qué misterio y que maravillas y horrores podía causar aquello. Se pensó que lo que ocurría era que asistían a una representación pero con la forma que tenía el templo eso era imposible.
-Los nuevos descubrimientos se centran en la pócima sagrada el Kykeon. Se sabe que la pócima estaba compuesta de cebada, agua y menta.
-Gordon Wasson entonces periodista que trabajaba en el Herald Tribune, Albert Hoffman que trabajaba en los laboratorios suizos Sandoz y que es famoso por sintetizar el LSD y Carl A.P. Ruck estudioso de Grecia y profesor de la Universidad de Boston, llevaron a cabo unos estudios durante años que fueron apoyados por los descubrimientos que hicieron sobre las tribus chamánicas en Méjico.
-Sus descubrimientos acabaron señalando que uno de los ingredientes activos de la pócima sagrada que era empleada en los Misterios era el cornezuelo del centeno.
-El cornezuelo es un parásito de color morado que habita los cereales y los hace inservibles pero que contiene una gran potencia enteogénica.
-Enteogeno es un término que acuñaron ellos y que significa “Dios dentro de nosotros” para separarlo de lo que entonces estaba de moda y era conocido como alucinógenos.
-Porque el componente activo de la pócima es un alcaloide, el ácido lisérgico o como hoy lo conocemos LSD.
-El estudio que llevaron a cabo durante más de medio siglo les llevó también a relacionarlo con el culto al soma de los arios que es la primera religión del mundo.
-Es la planta que impregna el Rig Veda, que los arios estuvieron adorando hasta el año 1000 AC. Se descubrió que la planta de la que se habla podía ser la amanita muscaria. Se descubrieron igualmente relaciones con China, Siberia, Vikingos, los esquimales del Polo Norte, los yamaha de la tierra de fuego, los nahuas de Méjico, etc...
-De este modo se llegó a la conclusión de que el uso de sustancias sagradas había sido primordial para la vida espiritual del hombre antiguo en casi todas las culturas.
-El respeto que esas sustancias merecen no lo podemos entender pero fueron el alimento del espíritu, la base de la experiencia religiosa de entonces.
-Lo increíble en el caso de los Misterios es que el cereal, base de la alimentación y de la civilización era a la vez el alimento espiritual. Por eso para ellos era sagrado.
-No parece absurdo que igual que existen alimentos para el cuerpo, la tierra o los dioses o quien sea, haya creado alimentos para el espíritu, sustancias que no son adictivas, no dañan la salud y que despiertan en el ser humano la capacidad de acercarse a lo inefable.
-A ese éxtasis se puede acceder sin ayuda de ninguna sustancia. Pero para aquellos que carecen de la materia prima necesaria, el acceso a lo inefable es posible gracias a los enteógenos. Han sido el alimento espiritual durante milenios.
-Si no regamos una planta ésta acabará secándose. Si no alimentamos una parte de nuestro ser, esa parte morirá de inanición.
-Los dioses no nos han abandonado, somos nosotros quienes los hemos echado de nuestras vidas. Ellos son eternos, los únicos que estamos sufriendo las consecuencias de ese abandono somos nosotros. Aunque quizá para ellos este pequeño intervalo de desatención no dure más de lo que dura un parpadeo.

viernes, 15 de septiembre de 2006

LA MUERTE DE CASANDRA

http://www.elmundo.es/especiales/2001/09/
internacional/ataqueusa/oriana.pdf

Ha muerto Oriana Fallaci escritora y periodista italiana. Los artículos que incluyo aparecen hoy en el periódico El Mundo. Hay en ellos una voz profética que no debe ser pasada por alto. Son admirables su contundencia, su valentia y su sinceridad a la hora de expresar ideas que hoy casi nadie se atreve a manifestar. Recomiendo especialmente el segundo artículo "Los hijos de Alá".

Hay quien posee una sensibilidad especial acerca de determinadas cuestiones, personas a las que la vida ha colocado en situaciones extraordinarias y que por tanto poseen una mirada cualificada para abordar temas que cualquier otro no tendría licencia o razónes suficientes para criticar. Este es el caso de Oriana Fallaci.

La muerte consigue muchas veces lo que la vida no logra: atención. Cuando un artista muere su obra se revaloriza, adquiere contornos y se define como lo que es, una creación con principio y fin dotada de sentido. Quizá ahora que su muerte la ha sacado de su retiro, su lúcidez sirva para despertarnos a una realidad que está ya en nuestras calles y en nuesta vida. Sus palabras crean intranquilidad y desasosiego pero mirar hacia otro lado no hará que la amenaza, que ella tan claramente vislumbra, desaparezca. ¿Qué podemos hacer ante una profecía que ya ha comenzado a cumplirse?

martes, 12 de septiembre de 2006

DESDE EL SILENCIO DE MI CELDA


Sueño a menudo con mi otra vida. Esa que no he escogido porque disponemos de poco tiempo y es necesario elegir y abandonar opciones. Mi deseo de ser monja de clausura es una renuncia voluntaria, pero las imágenes de esa otra vida son tan tangibles, los “recuerdos” tan lúcidos y la felicidad que me proporciona pensar en ella es tan intensa, que me pregunto si no estaré viviéndola en otro plano. Quizá haya otras vidas dentro de esta vida. Vidas que nos son tan propias e indispensables como la que aparentemente nos conforma. Estas son las evocaciones de un yo que también es mío:
"Vivo en un convento. Cada día me despierto pura, fresca con el repique de las campanas. En una celda cómoda y desnuda. No tengo más que una cama, mi hábito, una mesa y una silla. Y mis cuadernos. Hay una ventana desde donde se ve un huerto, árboles y montañas verdes. Siempre húmedas.
Me levanto al alba para rezar, para glorificar con todo mi ser ese mundo exterior que desconozco. No veo la televisión, no leo el periódico, sólo poseo algunos libros.
Esta es mi vida. Rezar, trabajar en el huerto haciendo crecer los tomates. Viendo cómo cada día se hacen un poco más grandes, un poco más rojos. Y después, cuando llega el momento, es mi mano la que los arranca de la tierra, la que los sirve troceados en la mesa. Un sacrificio incruento y hermoso en el que sólo hay vida y sabor.
Me imagino libre del mundo, de sus tentaciones, de sus imágenes prefabricadas. Lejos del conocimiento de lo que es la vida moderna y sus exigencias. Nada de ropa, nada de maquillaje, nada de decoración. Sólo contemplación. Sentir cada instante como lo que es. Sin necesitar ser otra cosa que un ser que observa.
Comer en silencio en un comedor amplio y algo frío. En mesas largas mientras una hermana lee, no la Biblia, la Biblia jamás, sólo poesía. Una poesía que habla de Dios, del silencio, del viento, del agua que corre fresca entre las piedras de un arroyo. Luego paseamos mirando el paisaje, las nubes. Siempre hay nubes. El sol nunca brilla aislado en el cielo. Quizás en el ocaso, cuando ya no puede herirnos con su obscena luminosidad.
Siempre hace fresco. Un viento suave y tormentas que se llevan un toldo de lona. Llueve.
Mientras estoy en mi celda oigo el agua caer sobre el tejado. Las sombras me nutren. Aspiro el verdor que nace del suelo.
No conozco a nadie. No tengo padre, ni madre, ni hermanos, ni novios. No soy nada más que yo. Ni siquiera estoy segura de cómo es mi rostro. Casi nunca me miro en el espejo. Mi espejo son mis libros, la ventana que da al huerto, mis manos callosas y agrietadas.
Respiro lentamente, mirando el cielo en una noche estrellada y desconozco que en algún lugar, lejos de aquí, hay gente que trabaja para comprarse un coche, un traje elegante. Desconozco que hay gente que lucha por hacerse hueco en la pirámide de la vida. Desconozco que hay gente que sufre porque no puede pagar unos zapatos tan inútiles como caros. Yo sólo tengo un par muy cómodo que cepillo cada noche y que utilizo cada día hasta la madrugada. Unos zapatos cómodos y sencillos que calientan los pies y envejecen deprisa por el uso. Unos zapatos que serán sustituidos cuando la suela se desgaste y el agua del huerto me empape las plantas de los pies.
La vida es eterna aquí. Las noches llegan cargadas de esplendor y los días envueltos en nubes.
Hablamos, reímos, cantamos a Dios.
Nadie sabe muy bien si ese Dios al que alabamos existe realmente pero nos hace felices pensar que su silencio es una forma de reverencia. Podemos sentirle cerca y siempre está lejos. Respiramos su inaccesibilidad.
Con nuestros cantos hacemos crecer en la cúpula de la iglesia un suspiro sostenido. Las palomas atraviesan llenas de gozo ese aire electrizado de oraciones.
Hace frío. El frío está vivo. Nos hace sentir nuestros dedos, nuestra nariz.
La comida es sabrosa, contiene aromas del campo. Comemos campo. Lo hacemos crecer y luego lo digerimos.
Hay gente con hambre, hambre de verdad a la que ofrecemos comida. No palabras. Sólo lentejas calientes, verdadero alimento que nutre desde dentro, que reconstituye cuerpos extenuados y les devuelve la fe en la vida.
Les cosemos la ropa, les dejamos dormir en el templo y ellos sueñan con bellas imágenes. Después se marchan hasta la próxima comida. Son libres. Igual que yo. Ellos reciben porque saben que hay alguien que desea dar. Ellos son una razón, el argumento de una voluntad.
Los días pasan. Nieva.
Un cuervo negro y brillante se posa sobre la verja. Mira alrededor con serenidad. Conoce el paisaje. Es hermoso como un pensamiento contradictorio. Su silueta resalta sobre la nieve. Está anocheciendo.
Las campanas llaman al rezo. Atravieso el claustro con paso alegre. Hoy, como todas las noches, elevaremos nuestros cantos al cielo, hacia esa oscuridad que nos acoge en el universo. Somos un planeta suspendido en una penumbra infinita. Nuestros cantos traspasarán la atmósfera y viajarán por la negrura. Voces puras que invocan el silencio primigenio.
Un viajero extraviado llega de madrugada. Le ofrecemos cobijo y sopa caliente en la amplia cocina con suelo de piedra. Yo siempre soy la primera en despertar. No me importa levantarme, ponerme en marcha. Mi oído es fino. Necesita ayuda y nosotras se la damos. A cambio le pedimos silencio. Nada de charla. Sólo exclamaciones, observaciones acerca de nuestras piedras, del frío. No podemos permitir que el mundo nos penetre. Queremos mantenernos puras, frescas como los vegetales que crecen en el huerto.
Hay un fuego en la cocina. Leche recién ordeñada. Huele a pan caliente.
Cuando el sol se levanta nosotras ya caminamos por los pasillos, atareadas. Barremos suciedad que mañana volverá a estar en el mismo sitio. Pero sólo vemos lo que nos acerca a Dios.
Nada más existe.
Somos bendecidas cada día. Lo sabemos cuando cantamos, cuando rozamos con nuestros hábitos las hierbas altas del campo.
Es hermoso vivir lejos del mundo. En un cielo de silencio, de cantos y crepitar de llamas.
No sabemos nada que no sea esencial. Y son tan pocas cosas las que importan. Amamos, sentimos, cantamos. Lo sabemos todo.
Corremos entre los árboles, saltamos entre las piedras, nos tumbamos sobre la hierba mojada. El sol brilla entre las ramas. Recibo su luz filtrada.
No hay nada más eterno que los días felices.
Viviremos siempre.
Cuando el otoño pase recogeremos las hojas caídas y nuestra voz seguirá atrayendo a los cuervos. Nuestros rezos franquearán el tumulto de las grandes ciudades. Entre el barullo y las prisas atravesará los corazones de aquellos que saben escuchar.
No saben que existimos pero nos sospechan. Pueden percibir nuestros cantos y el contento que les ofrece es como el que yo siento ahora, soñando que vivo lejos, en un convento de piedra. Sus cantos son tan poderosos que han llegado hasta mí. Dejo el lápiz después de haber sentido la eternidad de días idénticos, el peso de las estaciones.
No sé dónde está ese otro yo, pero sé que existe. Canto, y a través de las bocinas de los coches y el movimiento de la ciudad, yo, que estoy a la vez fuera y dentro, he captado su alegría. Mi alegría.
Amo esa vida. Mi otra vida. Sólo tengo que cerrar los ojos para ver el huerto a través de la ventana de mi celda. La nieve ha desparecido. Otra vez es primavera".